jueves, 31 de marzo de 2011

INSTITUTO MEXICANO DE SEXOLOGÌA


ENSAYO DEL LIBRO HISTORIA DE LA SEXUALIDAD VOL 3. INQUIETUD DEL SI
Autor: Michael Foucault


Por:Priscila Mazariegos B
Coordinador: Enrique Ortìz
Maestrìa Sexologìa Clìnica
Grupo G27


INTRODUCCION

Desde hace tiempo ya vengo encantada con un autor como Foucoult, que muchos han insistido en catalogarlo como estructuralista; en lo personal me postrarare en una actitud reduccionista e ingenua para poder atribuible a otros contemporáneos de la época como Dider Eribon, Levi Strauss inclúso el mismo círculo de Praga en general (que recuerdan a la estrecha comprensión de la realidad del primer círculo de Viena), Foucault y su manera de pensar hacia el estructuralismo me atrae porque no lo hace como plana descripción de sistemas ontológicamente existentes, sino como una elaboración de estructuras de comprensión satisfactorias al menos, es decir; en el mismo nivel se encuentran los conceptos y categorías que se elaboran para la comprensión de cuestiones sociales, históricas, antropológicas,artísticas,literarias, políticas..., humanas en general. pero estoy conciente que esta crítica que hago del pensamiento de Foucault y el de cualquier otro escéptico del estructuralismo en las postrimerías , Siento Quizá que desde estos presupuestos la labor descriptiva del estructuralismo agnóstico es el Alfa del Omega hablo por supuesto del sueño de la modernidad y quizás además me pongo a sentir desde Heidegger el comienzo de una nueva época que marca la Historia de la Sexualidad. Bién pues en este ensayo de foucault "Historia de la Sexualidad 3" me permitiré un encuentro muy centralizado en la genealogía foucault y el hombre de deseo, desde la Antigüedad clásica hasta los primeros siglos del cristianismo. Guiada hasta una distribución cronológica simple Basada en el uso de los placeres, pero también este ensayo está consagrado a la forma en que la actividad sexual ha sido problematizada por los filósofos y los médicos, en la cultura griega clásica del siglo IV a.C.; ya que según obeservé buena parte el autor se dedica a poner énfasis en el cuidado de sí ; a esta problematización en los textos griegos y latinos de los dos primeros siglos de nuestra era en cuanto a su textos no solo propone reglas de conducta. Sino se dirije a los textos teóricos sobre la doctrina del placer o de las pasiones con el fin de hallar en ellos mayor claridad. Sin duda este texto permite la interrogación sobre propia conducta, velar por ella, formarla y darse forma a sí mismos como sujetos éticos; Así mismo revelan en suma una función eto-poética, para transponer una palabra que se encuentra en Plutarco como lo menciona el Autor..

DESARROLLO

El libro empieza exponiendo la manera de reflexionar en la época (siglo II) sobre los placeres y la conducta sexual. Artemidoro aparece como un especialista en la interpretación de los sueños, tema que le interesa a Foucault en la medida en que se presenta una técnica de existencia, ya que las imágenes que vemos dormidos eran consideradas, por lo menos algunas de ellas, como signos de realidad o mensajes del porvenir, descifrarlas era cosa de gran valor: una vida razonable no podía prescindir de esa tarea .Esta práctica interpretativa no era novedad en la época. La importancia del mensaje divino encuentra sus trazas en textos muy anteriores y en la práctica oracular. Artemidoro es considerado en este contexto un pedagogo de la interpretación onírica:

Lo esencial para él es indicar en detalle al lector una manera de obrar: ¿cómo hacer para descomponer un sueño en elementos y establecer el sentido diagnóstico del sueño?, ¿cómo hacer también para interpretar el todo a partir de esos elementos y tener en cuenta ese todo en el desciframiento de cada una de las partes?.
Si bien hay una tradición religiosa dominante de la onirocrítica, su enfoque es diferente y su manual para la vida cotidiana está dirigido a un hombre ordinario más que a uno que acostumbre tener tratos con lo sagrado. Él mismo pretende superar todos los escritos anteriores, pero no es estrictamente a pesar de estar centrado en las imágenes ligadas a los actos y a las relaciones sexuales un tratado de moral, aunque ésta sea posible descifrarla a través del análisis de los sueños sexuales.

Artemidoro diferencia dos tipos de sueños o visiones nocturnas, los enypnia que traducen los afectos actuales del sujeto: ... se está enamorado, se desea la presencia del objeto amado, se sueña que está allí , es decir, el sueño le revela, o, si se quiere, le confirma su propio estado de alteración del cuerpo o del alma.

Foucault veo como se interesa en el análisis de Artemidoro de los ensueños sexuales y como se ponen en juego en ellos apreciaciones morales. Pero entendiendo que no se debe buscar en el texto del sueño un código de lo que hay que hacer o no hacer, sino el revelador de una ética del sujeto, que existía todavía de manera corriente en la época de Artemidoro . Y esto se entiende pues, para la época, el soñador está presente en su sueño, las imágenes le pertenecen y no son simples representaciones autónomas.

Asimismo, Artemidoro muestra el desciframiento de las imágenes de los sueños, que remiten no solo a interpretaciones de hechos individuales como la salud o la enfermedad, sino también a la proyección social como son los negocios, la familia, la carrera política, etc. Y este hecho se basa tanto en la ambigüedad de los términos sexuales, donde por ejemplo sõma designa el cuerpo, pero también a las riquezas, como en la necesidad que tienen los hombres responsables de dirigir sus vidas. Foucault, siguiendo a Artemidoro, analiza cómo son las imágenes que aparecen en el sueño. En éstas se acentúan los rasgos sociales (joven, viejo, rico, pobre, halagador, humillante, superior, inferior) y elimina en gran parte los rasgos físicos de los copartícipes del sueño y los aspectos sexuales se reducen a la penetración y su forma activa o pasiva y al gasto que dicho acto ocasiona. Finalmente, se dedica a establecer el valor de los sueños, su aspecto positivo o negativo. Este valor, en el caso del puro sueño sexual, que aquí se está analizando, será positivo en tanto responda a un principio de isomorfía con la realidad y que su forma sea la forma admitida socialmente como buena. Es decir, si se es activo sexualmente en la realidad, y esto está en relación con su rol social, será bueno el sueño que lo muestre en situación equivalente.

En este libro Foucault, toca desde la producción del conocimiento a las formas de ejercicio del poder; y desde este tipo de ejercicio hacia el problema ético en la definición de las prácticas de libertad. Es decir, de aquellas prácticas a las que se atienen los sujetos, no para cumplir con un código moral impuesto desde afuera, sino para armonizar entre los principios que sostienen y las conductas que observan, entre determinada idea de libertad y los medios para lograrla, entre la relación con los otros y la relación con uno mismo. Vemos también que Foucault decide indagar en las prácticas mediante las cuales los sujetos se vieron llevados a ocupare de sí mismos, a descubrirse, y a devenir sujetos de deseo.

Prácticas de la existencia, hermenéutica del sujeto y tecnologías del yo son términos utilizados por Foucault para denominar diferentes actitudes y valores, en la constitución ética de ciertas subjetividades griegas y romanas antiguas. Los orígenes de estas prácticas, entre los paganos, se concentran en tres núcleos principales: la dietética, la económica y la erótica. En el primer caso (la dietética) se trata de la relación con la alimentación, la gimnasia, el descanso y todo lo que tiene ingerencia en la posibilidad de mantener un cuerpo sano que armonice con los valores sustentados. En el segundo (la económica), se reflexiona sobre la relación con el hogar, el gobierno de la casa, el vínculo entre los cónyuges. En el tercero (la erótica), se analiza la diferencia entre la afectividad amistosa y la atracción amorosa, la relación entre quien ama y quien es amado, se problematiza la injerencia de los intereses privados en los valores cívicos, y se propone la educación de los sentimientos como parte de una educación integral.Entonces pues hasta aquí vemos que el autor sostiene que es en el refinamiento de las artes de vivir y de la inquietud de uno mismo donde se dibujan los preceptos de la reflexión moral médica y filosófica. Y aclara que no es la acentuación de las formas de prohibición lo que está en el origen de esta moral sexual, sino que es el desarrollo de un arte de la existencia que gravita en torno a la cuestión de uno mismo. De esta manera, un doble fenómeno caracteriza a esta ética de los placeres: al tiempo que se intensifica el interés por la práctica sexual y sus efectos sobre el organismo, parece cada vez más necesario controlarla.

"El cultivo de sí", es el segundo capìtulo del libro que a mí me interesó donde al principio se analiza en qué consiste el individualismo. Es posible distinguir tres cosas: "la actitud individualista, caracterizada por el valor absoluto que se atribuye al individuo en su singularidad, y por el grado de independencia que se le concede respecto del grupo al que pertenece o de las instituciones de las que depende; la valorización de la vida privada, es decir la importancia reconocida a las relaciones familiares, a las formas de la actividad doméstica y al campo de los intereses patrimoniales; finalmente la intensidad de las relaciones con uno mismo, es decir las formas en las que se ve uno llamado a tomarse a sí mismo como objeto de conocimiento y campo de acción, a fin de transformarse, de corregirse, de purificarse, de construir la propia salvación."
La inquietud de sí, para Epicteto, es un privilegio-deber, un don-obligación que nos asegura la libertad obligándonos a tomarnos a nosotros mismos como objeto de toda nuestra aplicación."

implicancias A lo largo del capítulo Foucault nos habla de la complejidad, y concepciones que se juegan en estas prácticas (por ejemplo el individuo como ser enfermo o amenzado por la enfermedad). También se precisará que esto se trata en gran parte de un hacer, de prácticas y ejercicios, de maestros y discípulos, de algo que liga al individuo a la sociedad en vez de aislarlo, de algo a practicarse también en el marco de las relaciones familiares y de amistad.Las ideas de este libro me van sirviendo mucho para cotejar vivencias de nuestro tiempo. Donde lo importante es la apariencia, el lucro, el que hacer de la tecnología, el consumir, el estar enterado. Por eso mismo pienso que este libro todavía tiene algo que decir. Así que vamos adentrandonos más..Mientras eso sucede pienso que este mundo no es el mundo de los epicúreos o los estoicos que creen firmemente en su misión moral y debe cumplirla ni en aquellos que estan consciente de la precariedad de la vida, y se fija pequeñas metas que puedan conseguirse en breve término.

Ahora yo me pregunto si en estas épocas tenemos más fáciles las cosas a comparación de los placeres, el cuerpo y La inquietud de sí,de aquellas épocas donde lidian con el papel del sexo en la antigüedad griega y romana y donde ocuparse de sí era una vieja tendencia griega. La cuestión del conocimiento por sí mismo fue planteada en el precepto délfico del gnothi seauton, es decir conócete a ti mismo.
Esta noción de ocuparse de sí mismo o preocuparse por sí mismo desde la mirada foucaultiana tuvo una …evolución milenaria que llevó desde las formas primeras de actitud filosófica, tal como la vemos aparecer entre los griegos, hasta las formas primeras del ascetismo cristiano.

Entonces por lo que yo entiendo la inquietud de sí tiene que ver con un despertar, con salir de un sueño y así dejar penetrar esa luz emancipadora.

Pero veamos.. ¿qué ocurrió para que esta forma de entender filosofía, que mejora al sujeto, se perdiera con el tiempo?

En nuestros días, en la cúspide está el saber y no el cuidado de sí. Ante este hecho Foucault habla del momento cartesiano. Este autor piensa que a partir de Descartes hubo un quiebre, pero este corte no fue brusco, sino que se produjo una transición paulatina. Este hecho, sin embargo, no ocurrió en Oriente. Allí no se separó el saber del cuidarse a sí mismo.

Tal vez en esto tiene mucho que ver el positivismo que separó la ética de la ciencia, mientras que en la Grecia clásica, espiritualidad y ciencia no se separan; entendiéndose por espiritualidad todo aquello que tiene valor humano. Aunque no se mencione explícitamente, la inquietud de sí, se vislumbra en la filosofía de la vida, y podría ser útil para enfrentar ese gran desafío que debe vivir todo ser humano cuando llega a la tercera edad.

Y ya entrados en gastos hablaremos sobre el tiempo, a este punto nos preguntamos: ¿El tiempo es parte de la vida o mito?

Para muchos el tiempo es parte de la vida y no tenemos más remedio que tolerarlo.

Existen varias posturas para responde esta interrogante. Séneca destaca el aprecio del tiempo. El tiempo es algo que pasa, se deja transcurrir sin valorarlo y sin advertir, desde el punto de vista de este conocido estóico, que cada día morimos un poco.

Desde la antigüedad, el hombre mide el tiempo haciendo uso de relojes y calendarios que él mismo construyó, para mantener cierto orden en el vivir cotidiano.Sin embargo, desde otra mirada, podría considerarse el tiempo como un mito y no como un factor que regula nuestras vidas y nos tienta a sentirnos confinados, con sensación de vacío o presión abrumadora.

En el lenguaje familiar el concepto de tiempo se relaciona con el de Tercera Edad. Esta idea nos hace creer que somos víctimas de las mudanzas ocasionadas por el pasaje de los años y que lleva implícita la creencia de limitación. Todo ello causa presión, temor y frustración en el sujeto.

El concepto de tiempo como medida mortal se esfuma cuando se ilumina con una comprensión más elevada que tenga que ver con medir el tiempo de acuerdo con el bien que se desarrolla. Lord Byron en su poema Manfredo (1816-1817) escribe: ¿Tú piensas que la vida pende sólo del tiempo? Nuestros actos, esas son nuestras épocas…. Y Mary Baker Eddy escritora norteamericana contemporánea, al poeta inglés antes nombrado, en su obra Ciencia y Salud nos dice: El medir la vida por años solares roba a la juventud y afea a la vejez. (Baker Eddy ,1991: 246).

y entonces... que tiene que ver o en que conciste el cuidado de Sí?


 El cuidado de sí se relaciona con enfrentar la Tercera Edad, como una oportunidad para realizar actividades que quedan pendientes: clubes de abuelos, talleres diversos, ofrecen en la actualidad distintas propuestas educativas y creativas, que facilitan el cuidado de sí al adulto mayor. Es importante tener en cuenta la forma en que nos vemos y desterrar de nosotros el concepto de vejez que lleva implícito decrepitud, limitación, y cambiarlo por el concepto de avanzar, enriquecerse en experiencia y sabiduría, y no en años. La vida comienza todos los días. La vejez o ancianidad es como escalar una gran montaña, mientras se asciende la mirada es más libre, la visión más clara, amplia y serena. La educación permanente permite al sujeto crecer en conocimiento y desarrollarse para lograr su plenitud. Así como el árbol viejo no da hojas viejas, el adulto mayor es capaz de alcanzar nuevas realizaciones que le ayuden a experimentar satisfacción, alegría, felicidad, en fin, la paz del alma.

Cada edad de la vida es algo nuevo para nosotros y aunque tengamos un centenar de años, aún nos aqueja la inexperiencia. Saber envejecer, es decir, avanzar, es obra de la educación.

La Tercera Edad es la fase de la plenitud porque en ella, según el Dr. Colombino … la madurez es una manifestación de la integridad (…) El premio a todos los afanes, es el oasis del peregrino. (Flores Colombino, 1988: 34). Si nos sentimos cual fatigados caminantes, hagamos un alto para beber el bálsamo espiritual y renovador que nos ofrece la filosofía de la vida de Rodó. Busquemos la paz, tengamos un momento de reflexión, de encuentro con nosotros mismos y tal vez desde lo ancestral, escuchemos la voz del estoico Epicteto que nos dice: Ya no eres un muchacho sino un hombre plenamente adulto. Si ahora te descuidas y emperezas, y siempre vas cambiando de propósitos y fijando unas y otras fechas a partir de las cuales te ocuparás de ti, ni te darás cuenta de que no progresas, sino que seguirás siendo un vulgar ignorante al vivir y al morir. (Epicteto, 1991: 109). La propuesta es avanzar y no envejecer que significa anquilosarse, detenerse, esperar tristemente… sino que por el contrario debemos esforzarnos y ser valientes; asirnos del enkheiridion, de ese enquiridión que bien podría ser la flor reparadora, que el niño de la parábola rodoniana paseó alta y triunfante por todo el jardín, practicando sabia filosofía: la filosofía de la vida que es una luz para aprender a caminar en la Tercera Edad.
De aquí que tanto en Foucault como en Heidegger manejan la propuesta de una filosofía diferente, mucho más viva que la tradicional. Si de lo que se trata es de despertarnos, de apropiarnos, de tener inquietud de sí, pues la filosofía no debería de ser un catálogo de categorías que dogmaticen sobre lo humano. Todo lo contrario: la tarea de la filosofía es la de inquietar: la inquietud es lo que es en cuanto contramovimiento opuesto a la tendencia hacia la caída de la vida… La filosofía trata el problema del ser de la vida fáctica y el modo en que este ser es cada vez nombrado e interpretado mediante el discurso. La investigación filosófica en tanto hermenéutica fenomenológica de la facticidad, está obligada a asumir la tarea de deshacer el estado de interpretación heredado y dominante, de poner de manifiesto los motivos ocultos, de destapar las tendencias y las vías de interpretación no siempre explicitadas. La hermenéutica, pues, cumple su tarea sólo a través de la destrucción (Heidegger, 2002a: 44-51).

Había dicho una vez Foucault en una entrevista que le gustaría escribir libros-bomba, es decir, libros que sean útiles precisamente en el momento que uno los escribe o los lee. Después podrían desaparecer… no sin antes provocar estragos.

LA MEDICINA PUEDE SER UNA ESTRATEGIA DEL PODER?

En La Historia de la sexualidad III se hace mención al uso de la medicina como una estrategia de poder. En este sentido la medicina forma parte del dominio de los cuerpos. Sin embargo en el último texto antes mencionado el cultivo de sí no tiene que ver con la prescripción médica sino con el daño al cuerpo que producen las enfermedades intentando repensar la propia subjetividad desde el cuidado del cuerpo y del alma.El bio poder atraviesa la bio historia, realizando su acción sobre la propia subjetividad, el sujeto no está sujeto a sí mismo sino sujetado al concepto de poder que subyace en él; su propia vida y su identidad están subsumidas a él.
Por otra parte el cultivo de sí ha sido siempre en la historia hasta la modernidad una vuelta a la subjetividad donde el valor de la propia vida y el encuentro con la identidad personal tiene que ver con el modo en que el sujeto intenta lograrlo, desde sí mismo y desde el vínculo con los otros.
En este sentido el camino a la sabiduría no obedece al cumplimiento o nó de normas, donde lo judicial aporta la culpabilidad sobre un hecho; cómo si la culpa fuera el premio por el error. En este sentido el ocuparse de sí es la vuelta sobre sí mismo, sobre el actuar propio y tiene que ver con una vuelta reflexiva, libre, razonada y meditada para reforzar los instrumentos racionales para asegurar una conducta sabia.

El ocuparse de sí está liberado de toda sujeción internalizada del poder, el sujeto, es sujeto de sí mismo, su propia identidad no está ligada a la culpa normalizadora sino a alcanzar una vida mas plena y auténtica desde la necesidad de un trabajo del pensamiento sobre sí mismo.

QUE TENDRA QUE VER EL PODER CON EL CUIDADO DE SÍ MISMO?

El preocuparse por uno mismo no tiene que ver con una enajenación de la vida diaria. Por el contrario, es estar en la vida sin permanecer subsumido a todas aquellas intemperancias que estas nos ofrece. El biopoder sobrecarga tanto judicialmente (función normalizadora) y culposamente como políticamente por medio de estrategias al sujeto; el cultivo de sí trata de resguardar al sujeto, busca que este se agrade a sí mismo, retorne a su propio hogar, hacia su sí mismo.En el cultivo de sí el biopoder desaparece porque el poder gira, deja de ser algo inmanente que atraviesa el propio cuerpo y pasa a ser un poder que nace de nosotros mismos y en nosotros mismos. Un poder que no conoce ni grados ni cambios, sino que se da de una sola pieza.
En todo caso la inquietud de sí es el movimiento diferente al bio poder, mientras este último acota la energía en el sujeto, el primero libera sus posibilidades en pensarse a sí mismo desproveyéndose de todo embate exterior que regule su propia vida o lo que es peor, la aniquile.
En este caso el sujeto se relaciona con la verdad en el encuentro consigo mismo, la verdad no está antedicha ni presupuesta, sino que es algo a repensar, no tiene que ver con lo estatuido sino con la inquietud de sí con el movimiento interno del sujeto del cual no se encuentra ajeno – como ya hemos dicho- el vínculo con los otros.
Mientras que en el biopoder la libertad individual es un supuesto y parte de la estrategia del poder, en el cultivo de sí la experiencia subjetiva se torna enriquecedora y valiosa por la acción libre de los individuos para hacerse cargo de su propia vida. La libertad subjetiva, en este último caso no representa un suposición sino una realidad efectiva en la acción directa que cada uno tiene con uno mismo.

Con respecto a esto último, tanto la acción del biopoder como la del cultivo de sí tienen dos modos de realizar su trabajo, mientras que el primero su preocupación es penetrar en la subjetividad para ejercer su dominio reduciendo la experiencia personal a las necesidades de un determinada necesidad; el segundo presenta una acción diferente que consiste cuidar y hacerse cargo de la vida propia y conservar y enriquecer la propia identidad. Esto es en definitiva lo que parecería destacarse en el cultivo de sí, un regreso a la relación del sujeto con su propia verdad mediante un trabajo, sobre sí mismo , una elaboración de sí sobre sí mismo , una transformación progresiva de sí mismo de la que uno es responsable,Precisamente el modo en que el bio poder se manifiesta pone en jaque la identidad y la vida de los sujetos. Parecería indicar en el cultivo de sí que la filosofía es comienzo y regreso.

LA FILOSOFÍA QUE PAPEL JUEGA EN LA INQUIETUD DE SI?
La filosofía nos permite comenzar a encontrarnos con nosotros mismos en una actitud de repensarnos como sujetos regresando al encuentro con la verdad de lo que somos; esto sería talvez, lo que el bio poder desmerece: el encuentro entre el ser y la verdad, o en todo caso el repensar la propia identidad sin que la libertad esté subsumida a una necesidad externa.

Y ENTONCES? LA REPRESIÓN EN LA HISTORIA DE LA SEXUALIDAD?

Michel Foucault en el capítulo 4 del libro propone dejar de lado a la represión en la constitución de las diferentes formas epocales de la sexualidad. Parece, entonces, oponerse al psicoanálisis que establece una íntima relación entre represión y constitución de la sexualidad. Por otro lado, sus textos muestran que aún en la época más liberal, el cuerpo, la intimidad crudamente sexual eran perturbadores, inquietantes. El problema eran los muslos de Patroclo, señala Foucault en su Historia de la sexualidad. Y Masotta, psicoanálista, escribe: “el cuerpo se erogeiniza siempre en un mal lugar”. Parece, en esto, haber coincidencia con el psicoanálisis: hay un rasgo estructural, que atraviesa los tiempos históricos, donde la sexualidad siempre es conflictiva y debe ser controlada a través de ideales, médicos, estéticos, morales o políticos.

La problematización de la sexualidad Y el cuerpo
"Más que buscar las prohibiciones de base que se ocultan o manifiestan en las exigencias de la austeridad sexual, era menester buscar a partir de qué regiones de la experiencia y bajo qué formas se problematizó el comportamiento sexual, convirtiéndose en objeto de inquietud, elemento de reflexión, materia de estilización... Excesivo vigor del placer, cercanía entre el acto sexual, las convulsiones y la epilepsia, mecanismos peligrosos que hacen a la naturaleza intrínseca de las aprhodisia: he aquí a Galeno, según Foucault (1991,100-5). También, en él y en otros, estudio más amplio y detallado de las patologías del acto sexual, subrayando violencia involuntaria de la tensión, el gasto indefinido que agota. Incluso se invierte el sentido, el valor de la sexualidad: hay elogio de la abstinencia, de sus efectos benéficos, energizantes; es más, curativos.Ante eso, ante la inquietud del cuerpo: régimen de los placeres. Un régimen extremadamente precavido pero, descubre Foucault, más "concesivo" que "normativo", circunstancial.

Sin embargo, más adelante, de ese régimen y sobre la procreación, una oscilación del texto foucaultiano, una acentuación. De recomendaciones, precauciones sugeridas se pasa, un poco más gravemente, a obligaciones, errores, faltas. Leamos:

"Estas obligaciones que rodean a la procreación definen todo un conjunto de errores posibles que son al mismo tiempo faltas" (1991, 120-1).

La fatiga, los ejercicios, la dura lucha del cuerpo, el esfuerzo, serán enseguida en el texto, y como hoy, los modos en que se intentará retrasar, detener el inicio sexual de los jóvenes, regularlo para el momento oportuno.

Que hay de Los muchachos y el cuerpo?...

según Plutarco, el placer, natural como los animales, ahora en una versión desvalorizada, y el deseo, violento, esclavizante, impiden que sea amor genuino lo que sucede entre hombre y mujer, si la justificación del amor verdadero es esta:

"No hay pues más que un amor verdadero, el de los muchachos: porque los placeres indignos están ausentes de él" (1991, 185); si, también para Pseudo Luciano, la victoria del amor pederasta sobre el amor entre hombre y mujer es a costa del placer físico, de mantenerse castos.

El problema, recordaba Foucault, eran los muslos de Patroclo.Una cierta inquietud (1996, 110) por los efectos de las aphrodisia en el cuerpo. Así modula Foucault el énfasis en los siglos clásicos.

Respuesta sin detalles, para no repetirnos, sólo, como antes, un deslizamiento de palabras, una paradoja. No hay sobre el sexo en Grecia una condena intrínseca, una idea de su mala naturaleza esencial, escribe del regimen de los placeres. Contradictoriamente, unos renglones más abajo, agrega que la naturaleza intrínseca de la actividad sexual induce en esta época a una sospecha constante: así, recuerda Diógenes Laercio que Pitágoras sostiene, el mejor momento para el amor es cuando uno quiere debilitarse. De ahí que una economía restrictiva, reglas de la menor frecuencia, del mal menor son los rasgos de esta Dietética de los placeres, anota Foucault volviendo sobre esta paradoja que reconoce y señala. Así, enumerará, el daño causado al cuerpo, la violencia del acto, el gasto vital que implica y los daños para la descendencia, serán los peligros de las aphrodisia para la época griega.

LLEGANDO A LAS CONGETURAS DEL ANALISIS FOUCAULTIANO..

El análisis foucaultiano de la sexualidad antigua muestra la incompatibilidad entre cultura y cuerpo, entre ideales y pulsiones, que Freud denomina malestar de la cultura. He aquí la inquietud de las aphrodisia. Las pulsiones, las representantes del cuerpo en lo anímico son traumáticas, buscan satisfacción más allá del principio del placer. Son inquietantes, incomodan, desarreglan lo constituido.

Incompatibilidad que va más allá de la idea de la represión como prohibición o castigo amenazante, implica una erótica de la represión, una represión por amor al ideal. Se controla, se calcula, se tempera a fin de ser amados por ese ideal, para ser como suponemos que ese ideal demanda. Incompatibilidad que en Lacan será entre cuerpo y lenguaje, idea estructural que retoma las ideas freudianas sobre la represión como constitutiva del aparato psíquico, como organizadora del cuerpo erógeno, de la lógica de las aphrodisia.Incompatibilidad, malestar, que tiene medidas, diferencias, matices: ahí está la gama cultural que describe, minuciosamente, Foucault entre las diferentes técnicas de sí, entre las morales del código o del cuidado de sí, entre la pastoral cristiana, la austeridad romana, la mesurada inquietud griega.

Compatibilidad, finalmente, entre el psicoanálisis y parte de las investigaciones foucaultianas sobre la sexualidad, que no debe disimular otras incompatiblidades que intuimos sobre el deseo y la constitución de sí mismo como sujeto.

CONCLUSIONES: QUE ME DEJA LA LECTURA DEL LIBRO HISTORIA DE LA SEXUALIDAD, LA IQUIETUD DE SÍ?

Puedo primeramente externar mi admiración siempre a una persona ta completa como Foucault porque además de que haya tenido un preferencia genérica "Homosexual" nada bién visto y muy perseguido en su época pero esto hizo que Foucault viera en Nietzsche la posibilidad de analizar al mundo occidental de acuerdo a que son formaciones puramente occidentales, en contra de la visión estática de que el mundo es así porque sí y en todos lados seguramente es así. Claro después intentó suicidarse!..Esto me hace reflexionar que los valores no son eternos, que lo bueno ahora es bueno y mañana será malo, que lo normal es normal ahora y mañana será anormal, siendo más estricto se llega a comprobar a través de la genealogía que "no hay hechos, sólo interpretaciones" y aunque no profundice en todos los temas también me ayudó a entender algo sobre la formacion del individuo, el cuidado del cuerpo, el lazo conyugal, la relaciones con las mujeres y con los muchachos, así como ver que repercucion tiene todo esto en la cultura y la politica cuando se van confrontando con un ideal.

BIBLIOGRAFÍA

http://www.filosofia.mx/index.php?/forolibre/archivos/inquietudes_heidegger_y_foucault/

http://www.infoamerica.org/teoria/foucault1.htm

(1992) Historia de la sexualidad Volumen 3 La inquietud de sí. México: Siglo Veintiuno.
























































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