lunes, 21 de marzo de 2011

 Ensayo sobre el libro :  VIOLENCIAS Y ABUSOS SEXUALES EN LA FAMILIA



De Reynaldo Perrone




Materia: Clinica 9
Coordinador: Enrique Ortiz
Alumna: Priscila Mazariegos B

INTRODUCCIÓN

En los últimos tiempos, la violencia sigue actuando entre nosotros como si fuera el único medio, por medio del cual unos pocos hacen oír su voz, mientras que la mayoría, perjudicada, ha de seguir aguantando sin poder hacer nada- o casi nada.



Es más, se ha incrementado y ha "penetrado" notablemente en todos los aspectos y sectores de nuestra vida cotidiana-escuela,trabajo y en el que voy a tratar específicamente: en la familia. voy a hacer hincapié en este tipo de violencia porque aparte de que es menester mío hacer un ensayo del libro violencia y abusos sexuales en la familia desde un abordaje sistémico; estoy convencida de que no hay duda de que la violencia en el hogar es la base para hablar de los demás tipos de violencia y abuso sexual; Así pues una persona que se desarrolló y tuvo su formación en el seno de una familia violenta, con falta de amor y de conocimientos que le permitan razonar y discriminar entre lo que está bien y lo que no; indudablemente incorporará estas actitudes en un futuro y actuará de la misma manera y lo transmitirá a las futuras generaciones, formando así un círculo vicioso del cual no se podrá salir, a menos que se tome conciencia y haya un cambio de actitud. y otras de las razones personales es porque siento que hay que conocer el por qué, los cómo y el qué hacer frente a las situaciones que implican algún tipo de riesgo y con las que convivimos a diario y no sabemos cómo reaccionar cuando estamos expuestas a ellas.


DESARROLLO


 CUANDO SE HABLA DE VIOLENCIA SEXUAL DESDE UN ENFOQUE SISTÉMICO?

El tema de la violencia, empieza a reconocérse y a estudiarse más sistemáticamente desde hace aproximadamente dos décadas. Cabría preguntarnos si en las familias de hace tres, cinco o más décadas atrás el problema de violencia no existía. Tema tabú y tema silenciado con la ilusión de que aquello de lo que hablamos “no existe”. No hace tanto tiempo que podemos hablarlos, reconocerlo y denunciarlo. Es necesario tener presente que la violencia no se circunscribe solamente a la violencia conyugal ni al abuso físico; es amplio el espectro que abarca desde el maltrato físico y emocional, incluyendo el abuso sexual, abuso físico, el maltrato psicológico y el abandono o negligencia. No ha resultado fácil avanzar en esta temática como en otros temas y poder advertir cómo se da la participación de cada persona en el funcionamiento del sistema y como señala Perrone (del cuál hablaré en este ensayo): hacerse y pensarse cada uno responsable de sus propios comportamientos . El pensamiento desde una perspectiva lineal nos conduce fácilmente a identificar víctimas y autores, culpables e inocentes, buenos y malos. Si analizamos definiciones de violencia o de acto violento, podemos advertir que existe consenso en definirlo como todo atentado a la integridad física y psíquica del individuo, amparado por un sentimiento de coerción y peligro.

Me gustaría dar inicio a este ensayo marcando lo más claro posible concéptos básicos abordados desde distintas personalidades que han estudiado sobre el tema desde un enfoque sistemico. bién, veamos:


HABLANDO DE CONCEPTOS BÁSICOS ABUSO Y VIOLENCIA SEXUAL FAMILIAR

Según Cristina Ravazzola expresa: El abuso alude un estilo, a un patrón, a una modalidad de trato que una persona ejerce sobre otra, sobre sí mismos sobre objetos, con la característica de que la primera no advierte que produce daños que van desde un malestar psíquico hasta lesiones físicas concretas. Quien ejerce abuso no aprende a regular, a medir, a decir, a escuchar y respetar mensajes de si mismo y del otro; o se entra en contextos en los que estos aprendizajes se le borran, se le diluyen o pierden firmeza .Sostiene la autora que las mujeres en nuestra sociedad a través de las funciones maternales que se adjudican en forma exclusiva, desarrolla empatía y responsabilidad por las necesidades de quienes la rodean, postergando sus propias necesidades para responder a las necesidades de este otro. Lo que llega a convertirse en un mandato social restrictivo para las propias mujeres, en tanto se torna en una disposición ilimitada e incondicional a cuidar ayudando a mantener circuitos en los que algunas personas llegan a olvidarse de los aprendizajes de respeto por sí mismas y por los otros.
Según R.Perrone hay que comprender la Violencia Familiar al interior de un proceso comunicacional, y por esto distingue dos grandes tipos de violencia:




1.- violencia agresiva y la otra es la 2.- violencia de tipo castigo. En este sentido, una y otra son de un tipo de relación totalmente distintas. En la violencia agresión, esto corresponde a un tipo de relación entre dos seres» o entre dos grupos de seres, dos individuos que están en igualdad de competición, de simetría, de rivalidad, y esto se puede ver tanto sea entre una madre y su hijo, o entre dos adultos. Una madre y su hijo pueden estar como dos niños, peleándose o pueden ser dos adultos. O sea, el niño se comporta como si fuera un adulto, se ha apropiado de la posición adulto. Acá, el intercambio es de igual a igual, o sea hay una escalada, y esto desemboca, cuando se trata de violencia, en agresiones golpes, en la que el que tiene más fuerza corporal hace daño al otro, pero en la que fundamentalmente, el otro existe y lucha como un igual con el otro. Aún, cuando se produce el daño, lo que observamos es que inmediatamente después hay una tendencia a reparar al que ha sido lesionado. Esto sería algo así como una especie de paréntesis en ese tipo de relación violenta, de tipo de agresión. Entonces, el que ha sido lesionado se deja tratar,.y curar o reparar por el otro, y durante un cierto tiempo se establece una tregua. Este paréntesis permite, en términos más concretos, que la madre, por ejemplo, lleve al niño corriendo al hospital después de haberlo golpeado para tratarlo, y la violencia se detecta inmediatamente, porque hay una voluntad, sobre todo, de someter al otro, pero no de romperlo. Mientras que en la violencia de tipo castigo se trata, de dos seres, que están en una posición totalmente desigual, en la que uno se define como superior y el otro es definido como inferior, y este último puede, eventualmente, aceptar que es realmente inferior. Esta es la posición, como podrán ver, en la que se puede observar dos posiciones existenciales bien diferenciadas y en donde la desigualdad es evidente y flagrante. En donde uno se arroga el derecho de aplicar castigos al otro con objetivos variados, pero en la que, lo define al otro, como no estando en la misma posición en laque, él mismo se sitúa. Este tipo de castigos, es el tipo de castigos en el que nosotros tenemos más experiencias, no es el castigo de la manifestación, por ejemplo, para trasladarlo a un nivel social, no es la lucha y el encuentro entre la policía y los manifestantes, entre los que se pegan, o se tiran piedras, o hay bastonazos o una cosa así, porque en este caso hay una situación de cierta igualdad. Se trata más bien de un tipo de violencia que podríamos asociar con la tortura, en la que uno considera al otro infrahumano. Ese otro, definido en la "subcategoría" de "comunista", "revolucionario", o lo que sea, no la misma categoría y entonces se lo somete a este tipo de tratamientos. Es una violencia más secreta y oculta y las consecuencias y las secuelas son mucho más graves. Se produce una destrucción de la identidad, que toca niveles de profundidad mucho más graves que las secuelas de otro tipo de violencia, en el que a pesar de todo, a pesar de los golpes, el otro es reconocido como existiendo en una posición igualitaria. Esto me pareció muy importante porque nadie lo había visto hasta este momento y porque cuando se habla de violencia, hasta ese momento se había hablado sin comprender que había estos dos tipos de organizaciones, que posicionan a los personajes, de una manera muy particular y lo que hace que la manera con que se va a tratar la violencia será totalmente distinta. Después pudimos comprender también que habían ciertos comportamientos que provocaban, que gatillaban la violencia, ciertas miradas, una manera de encogerse, una manera de no responder a los requerimientos de otros. A estos comportamientos los denominamos como "flash" y son aquellos que cuando se producen gatillan la violencia, y generalmente son constantes y uno puede objetivarlos cuando estudia detenidamente las secuencias.

DE DONDE SE PARTE LA VIOLENCIA SEXUAL FAMILIAR, VICTIMA Ó VICTIMARIO?

Según J.Corsi y G.Ferreira, estamos frente al resultado de conductas aprendidas en el proceso de socialización de una sociedad patriarcal y sexista, y en el seno de una familia con problemas de violencia. Así G.Ferreira habla de "cómo se llega a mujer maltratada" o "el libreto del hombre violento" y J. Corsi "El modelo masculino tradicional", "la construcción de la identidad masculina", "el hombre golpeador".

En ese momento inicial yo describía la oposición de la siguiente manera: "La centralidad puesta en el individuo, en el caso de G.Ferreira/J.Corsi, que alcanza su expresión más acabada en la díada, "hombre violento" y "mujer maltratada", y la centralidad de la relación y comunicación, postulada por R.Perrone/M.Nannini." Si bien esa formulación inicial no pierde su valor ahora siento la necesidad de explicitar una serie de elementos importantes implicados en esa oposición. En pocas palabras, mi opinión ahora es que ambas posiciones parten de premisas epistemológicas distintas y regidas por paradigmas distintos, aunque hayan ciertos puntos de conexión en algunos de sus desarrollos teóricos.Corsi/G.Ferreira consideran la Violencia Familiar como un fenómeno social y de ahí toda la importancia atribuida a la socialización de género y a la historia familiar. De acuerdo con esto la posición de mayor riesgo está dada cuando confluyen en una persona la máxima socialización y la exposición más alta a la violencia en su propia historia personal. Por otro lado, enfrentados a los casos de Violencia Familiar, hablando particularmente de violencia conyugal, y más específicamente en la asistencia a mujeres golpeadas, aplican en la comprensión y abordaje de la problemática, la categoría de hombre violento y mujer maltratada, de victimario y víctima.Privilegian en la construcción de esta categorización los aportes de la victimología, en particular, las nociones de victimización primaria, secundaria y terciaria, y de todos sus efectos específicos. Toman también en cuenta el llamado "síndrome de Estocolmo", que estudia el fenómeno de captación de los secuestrados por sus secuestradores. Dan también mucha importancia a los síndromes ocasionados por la experiencia de campo de concentración y lavado de cerebro. La conceptualización de "indefensión aprendida" se convierte entonces en un instrumento decisivo en la comprensión del comportamiento de la mujer golpeada.

Perrone parte de otras premisas epistemológicas. Toma en cuenta muchos planteos de la cibernética (noción de sistema, relé, reguladores, estabilidad, umbral óptimo, perturbación) y de la teoría de la comunicación de G.Bateson (relación simétrica, relación complementaria, secuencia comunicacional). Considera que la violencia no es un fenómeno individual sino la manifestación de un fenómeno interaccional. Cualquier individuo puede llegar a ser violento. Considera los estados de violencia y no-violencia más que estados excluyentes como manifestaciones de un equilibrio inestable en un mismo individuo. Un individuo no es violento en sí, sino que su acto violento aparece en una secuencia interaccional, que es en realidad una secuencia comunicacional. El análisis de estas secuencias y sus recurrencias, exige dejar de lado la lógica de causalidad lineal y descubrir en ellas su carácter circular. El acto violento no es la expresión de un desorden del sistema sino que obedece más bien a un orden prioritario, una especie de acuerdo o contrato implícito, construido en ese juego interrelacional. La violencia responde entonces no tanto a una voluntad de pelearse sino a la necesidad de mantener el equilibrio momentáneamente perturbado en todo el sistema.

En lo personal me ha resultado interesante remarcar la valoración que hace R.Perrone del fenómeno de la Violencia Familiar ya que afirma que sólo en "un contexto de impresionantes cambios" puede comprenderse que hoy se hable de la Violencia Familiar , que se la defina, que se la denuncie, que se creen nuevas leyes, en fin, que "la puerta de la casa se abra para la ley". Desde esta perspectiva estamos marcando un nuevo tiempo. Según R.Perrone las palabras "victimario" y "víctima" crean de por sí, "una situación cerrada e inmóvil", al amputar toda posibilidad de cambio. Por esto, hablará de "acto violento", de "participantes de la violencia". "Ninguna 'víctima' saldrá de su condición si no logra entrever de qué manera participa en ella y, por consiguiente, en su modificación", y "ningún 'verdugo' podrá salirse de su papel si no llega a visualizar que tiene la libertad de hacerlo". En los casos extremos de la violencia castigo R. Perrone utiliza los términos "actor violento" y "víctima", porque allí "se observa una relación de dominación en la que el espíritu de uno es "captado" por el otro. La víctima presenta una modificación de su estado de conciencia, caracterizado por pérdida de la capacidad crítica y focalización restrictiva de la atención, es decir que se encuentra bajo la influencia y el dominio abusivo de quien controla la relación" (p.90). Y en los casos de abusos sexuales y de incesto, utiliza R.Perrone la terminología de "abusador" y "víctima".Justifica este cambio en el lenguaje porque en los otros casos de violencia castigo no extrema, cada participante rehusa considerarse responsable de lo que ocurre y culpa al otro, mientras que en estos casos toda la culpabilidad verbalizada y sentida recae sobre la víctima. El término "abusador" -en lugar de "victimario"- aparece como un término muy preciso, ya que quien ejerce esta violencia "abusa" de la posición superior que ocupa en esa relación complementaria.


En este punto se acercan las posiciones de G.Ferreira/J.Corsi y la de R.Perrone. Parecería que la conceptualización "hombre violento-mujer maltratada" desarrollada por J.Corsi/G.Ferreira coincide con "los casos extremos de violencia castigo" a los que hace referencia R.Perrone. Es interesante y significativo esta convergencia de dos posiciones globalmente tan distintas y sustentadas en premisas epistemológicas tan diferentes. Con todo, lo problemático consiste en que esa zona de VF aparece fuertemente amplificada en la posición de J.Corsi/G.Ferreira mientras que aparece en R.Perrone muy minimizada.


Ateniéndonos a la presentación muy esquemática que hace R.Perrone de esos casos extremos de VF, y más allá del uso de los mismos términos de "abusador" y "víctima", aparece con claridad que la comprensión y el modo de abordar estos casos difiere en forma importante con los sustentados por J.Corsi y G. Ferreira. El ciclo de la violencia, adquiere en R.Perrone otra significación, ya que los "mira" desde su propio marco teórico de la relación simétrica y complementaria, y de la corrección de la perturbación que afecta momentáneamente el equilibrio del sistema.


DESDE DONDE PARTIMOS PARA SUSTENTAR TEORÍAS?


No quisiera terminar este ensayo de R.Perrone sin referirme a algo que fue adquiriendo importancia a medida que avanzaba en la lectura , me refiero a la posible incidencia del contexto concreto desde el cual se construyen las teorías y los modelos acerca de la violencia familiar. Ya hice mención al hecho de que la construcción teórica de G.Ferreira y J.Corsi está estrechamente ligada a su propia práctica de asistencia a la mujer golpeada y en menor medida, a la asistencia de los hombres golpeadores. Mujeres que por lo general han podido desligarse de ese vínculo conyugal destructivo. Si bien esa construcción teórica está apoyaba en una multitud de estudios e investigaciones realizados principalmente en EE.UU., estos trabajos partían también mayoritariamente de esa misma realidad de mujeres golpeadas que buscan ayuda y de sus testimonios. El contexto fáctico de esta construcción teórica está por lo tanto dado por el trabajo de asistencia y recuperación de mujeres golpeadas. La construcción teórica de R.Perrone parece en cambio estar ligada desde el inicio a una práctica terapéutica, que no está directamente vinculada a la asistencia de mujeres golpeadas sino a situaciones menos extremas de violencia y donde es posible realizar un proceso terapéutico con las parejas, y con niñas y niños -a veces siendo ya jóvenes o mayores- abusados sexualmente, sin sacarlos por eso de su propio contexto familiar. Esto hace que lo más distintivo del trabajo de R.Perrone sea su propuesta de protocolos de tratamiento terapéutico, tanto de la violencia agresión como de la violencia castigo. Así también de terapias alternativas para el abuso sexual infantil,y la importancia de los efectos hipnóticos en estos casos de violencia castigo.

TAMBIEN EN EL ABUSO y EN LA VIOLENCIA SEXUAL EXISTE UN HECHIZO

El autor del libro Situando la escena dentro de un marco comunicacional, describe el proceso de abuso como un "hechizo". Utiliza los conceptos claves de "rituales", "trance", "hipnosis" (consensual) y "hechizo" (no consensual), entendiendo por esto último la influencia que una persona ejerce sobre otra sin que esta lo sepa y sin su consentimiento. La creación de un estado de hechizo se hace a través de tres instancias: efracción, captación y programación. La terapia del hechizo, propuesta por R.Perrone comienza con técnicas de desconexión para conducir a la niña o al niño (joven) a desandar el camino del hechizo, comenzando con la "contra-revelación" de la existencia misma del hechizo.


DONDE CENTRAR EL TRABAJO TERAPEUTICO?

Al continuar leyendo y escribiendo para la realización de este ensayo atrae mi atención dos grandes tendencias que parecen perfilarse en el tratamiento ya sea asistencial como terapéutico de la Violencia Familiar . será que nos podemos centrar en la historia y condicionamientos que llevaron a la producción, o bien, se centra la atención sobre todo lo que entra en juego en esa situación concreta. Dicho en otras palabras, o bien la atención se centra en "qué es lo que está pasando" o bien en "por qué está pasando eso". Esta segunda alternativa parece conducir a una mayor previsibilidad de lo que ocurre mientras que en la primera alternativa se concede un mayor margen a lo imprevisible. partiendo de la concepción teórica de J.Corsi/G.Ferreira, se corre el riesgo, una vez percibidas en la pareja las primeras señales de violencia, de aplicar de lleno la conceptualización de "hombre violento-mujer maltratada", y pasar como sobre ascuas lo que realmente está pasando en esa pareja. Y es una verdad grande aquello de que uno ve lo que uno quiere ver o que uno ve con los lentes que uno lleva puestos. En este sentido la propuesta de R.Perrone nos presenta siempre la necesidad de indagar en cada caso concreto de qué clase de violencia se trata. Mientras J.Corsi/G.Ferreira nos advierten que la mirada no especializada tiende a ver siempre "violencia cruzada" ("violencia-agresión" en la conceptualización de R. Perrone)", R.Perrone establece que toda violencia comienza en violencia agresión, aunque afirma también que "hemos podido observar que la violencia agresión es más fácil de identificar" y que "la mayoría de los éxitos terapéuticos constatados estadísticamente corresponde a casos de violencia agresión."


La preferencia del "por qué" o del "qué" está sin duda alguna relacionada con la clase de paradigma que rige en uno u otro caso una particular manera de "mirar" la realidad. Sin dirimir ahora esta cuestión parecería que la preferencia por el "por qué" está unida a la tendencia a "explicar" o a "interpretar" lo que ahí está pasando, mientras que la preferencia por el "qué" parece estar unida a la tendencia a preguntarse sobre "los efectos" producidos por lo que ahí está pasando. La primera tendencia parecería estar guiada más bien por una lógica de causalidad lineal mientras que en la segunda tendencia parecería estar presente una lógica que toma en cuenta el carácter circular de lo que allí está pasando.


Y.. Los testigos formando parte del sistema violento ? TEORÍA DEL RELAIS....

R.Perrone trata de ellos pero no los llama "testigos" sino que los integra en una teoría más amplia que él llama "Teoría del Relais", donde considera también la función de actores de "La escena de tratamiento". Esto es posible porque considera que en la Violencia Familiar estamos frente a un "sistema violento". La categoría básica conceptual es la de "sistema" y se pregunta sobre la función del "tercero" en ese sistema. Ese "tercero" pueden ser a) "integrantes del sistema familiar, o personas pertenecientes a la red social contigua a la familia (familia extensa, vecinos...), b) "individuos exteriores al sistema familiar y a su red", y finalmente, c) "personas pertenecientes a diferentes instituciones". En esta clasificación sólo los nombrados en el primer grupo podrían ser "testigos" de la Violencia Familiar.

R.Perrone analiza la función que desempeñan en relación al sistema violento, y en particular, su función de "relais". Resumo muy brevemente. "El relais hace las veces de puente entre dos polos, y además ejerce un control sobre la corriente que pasa". "El relais se activa cuando detecta una perturbación en lo que antes hemos llamado 'estabilidad ideal de la relación'. Por lo general, su intervención apunta a evitar que se amplifiquen los trastornos que dieron origen a la señal. Los que hemos llamado testigos pueden cumplir esa función, "se activan como relais cuando se modifica la calidad de la relación, e intervienen con el fin de evitar una ruptura o una crisis". R.Perrone sostiene que de hecho el relais existe siempre, y actúa cuando el sistema lo activa. la existencia del relais hace posible la repetición de secuencias que conducen al acto violento. Al quedar restablecido el nivel óptimo después de cada crisis, el sistema tiene garantizada su continuidad". Pero a su vez, puede ser integrado en el proceso terapéutico, ya que "abre la posibilidad de utilizar recursos inmediatos para controlar la violencia". Para Perrone los terceros" forman parte del sistema violento y en particular cuando se activan en su función de relais. Pero partiendo de esta concepción, habría que considerarlos entonces como "actores" en la escena de la Violación Familiar, y por lo tanto sus relatos tendrían la misma "validez" que los de los protagonistas directos .
En la construcción de R.Perrone los "testigos" son integrados en un actor más abarcador, el de "personas testigos", que "pueden ser los padres o los abuelos, un vecino, una maestra o también el agente de salud o de control". Los considera una instancia "muy importante porque están en contacto con las familias afectadas y que se hallan en mejores condiciones de jugar un papel diferente en el circuito abusivo y de influir en su resolución".La importancia de estas personas testigos, fundamenta M.C.Ravazzola, radica en el hecho de que "según el pensamiento sistémico, si sólo se consigue variar una de ellas (variables), existe la posibilidad de lograr que se produzca un cambio en el sistema". Los relatos de los "testigos" -ellos mismos actores en el sistema violento- aunque no cuenten entonces con un status especial que los distinga de los propios relatos de los protagonistas de la violencia, son al menos una fuente de conocimiento tan importante como los relatos mismos de los protagonistas. Pero tal vez lo más importante de esta indagación es que solamente situándonos en una perspectiva sistémica podemos descubrir la importancia que tienen estos actores testigos de la Violencia Familiar, porque necesariamente forman parte del sistema de la Violencia Familiar. No sólo conforman una fuente de conocimiento, tan significativa como la de los propios protagonistas, sino que siendo participantes de la escena de la Violencia familiar pueden a su vez desempeñar un papel importante en el momento del tratamiento de la violencia.

CONCLUSIÓN




Estas lecturas que utilice como materiales de apoyo para la realización de mi ensayo me han aportado respuestas a preguntas sobre el aporte de los nuevos paradigmas en el abordaje de la violencia familiar, ya que a partir de esa comprensión fue posible realizar este ensayo. En un mundo de creencias, conocimientos y prácticas sociales dominado por la escisión entre sujeto y objeto, cuerpo y alma, materia y espíritu, determinismo y libertad, mujer y varón, me doy cuenta que la perspectiva sistémica ha dado nuevo aire y abierto nuevos caminos para la comprensión de los fenómenos humanos y sociales. Por otro lado esta nueva perspectiva me ha posibilitado ver las construcciones teóricas de G.Ferreira/J.Corsi y R.Perrone como distintas y diferentes, pero no necesariamente como excluyentes, e incluir en la escena de la Violencia Familiar a los "testigos", y además, un poco de luz en el camino sobre el tratamiento terapeutico de las personas víctimas de abuso y/o violación sexual..


BIBLIOGRAFIA







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