lunes, 6 de julio de 2009

El diario de Ana Frank


"Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados". Ana Frank..




Siempre hablo de aquello que me ha sido significativo en mi vida, sobre todo por alguna similitud con mi persona, en el siguiente personaje me identifico entre otras cosas por mi aceptación a que no hay vestidos, lujos y pertenencias más valiosas que la libertad,un libro y algo donde escribir y dejar huella a nuestro paso...


los siguientes dos relatos que vamos a conocer a continuación son citados en el diario de Ana frank una historia verdadera .. ante todo el ibro yo me pregunto si efectivamente todo esto fué escrito con la madurez de una pequeña adolescente de 13 años
20 de junio de 1942


"Mi padre tenía ya treinta y seis años cuando se casó con mi madre, que tenía veinticinco. Mi hermana Margot nació en 1926, en Frankfort del Meno. Y yo el 12 de junio de 1929. Siendo judíos cien por ciento, emigramos a Holanda en 1933, donde mi padre fue nombrado director de la Travis N.V., firma asociada con Kolen & Cía., de Amsterdam. El mismo edificio albergaba a las sociedades, de las que mi padre era accionista. Desde luego, la vida no estaba exenta de emociones para nosotros, pues el resto de nuestra familia se hallaba todavía defendiéndose de las medidas hitleristas contra los judíos. A raíz de las persecuciones de 1938, mis dos tíos maternos huyeron y llegaron sanos y salvos a los Estados Unidos. Mi abuela, entonces de setenta y tres años se reunió con nosotros. Después de 1940 nuestra buena época iba a terminar rápidamente: ante todo la guerra, la capitulación, y la invasión de los alemanes llevándonos a la miseria. Disposición tras disposición contra los judíos. Los judíos eran obligados a llevar la estrella, a ceder sus bicicletas. Prohibición de los judíos de subir a un tranvía, de conducir un coche. Obligación para los judíos de hacer sus compras exclusivamente en los establecimientos marcados con el letrero de "negocio judío", y de quince a diecisiete horas solamente. Prohibición para los judíos de salir después de las ocho de la noche, ni siquiera a sus jardines, o aún de permanecer en casa de sus amigos. Prohibición para los judíos de ejercitarse en todo deporte público: prohibido el acceso a la piscina, a la cancha de tenis y de hockey o a otros lugares de entrenamiento. Prohibición para los judíos de frecuentar a los cristianos. Obligación para los judíos de ir a escuelas judías, y muchas otras restricciones semejantes".

13 de enero de 1943


"El terror reina en la ciudad. Noche y día, transportes incesantes de esa pobre gente, provista tan sólo de una bolsa al hombro y de un poco de dinero. Estos últimos bienes les son quitados en el trayecto, según dicen. Se separa a las familias, agrupando a hombres, mujeres y niños.Los niños al volver de la escuela, ya no encuentran a sus padres. Las mujeres, al volver del mercado, hallan sus puertas selladas y notan que sus familias han desaparecido.También les toca a los cristianos holandeses: sus hijos son enviados obligatoriamente a Alemania. Todo el mundo tiene miedo.Centenares de aviones vuelan sobre Holanda para bombardear y dejan en ruinas las ciudades alemanas; y a cada hora, centenares de hombres caen en Rusia y en África del Norte. Nadie está al abrigo, el globo entero se halla en guerra, y aunque los aliados ganen la guerra, todavía no se ve el final.Podría seguir durante horas hablando de la miseria acarreada por la guerra, pero eso me desalienta de más en más. No nos queda más que aguantar y esperar el término de estas desgracias. Judíos y cristianos esperan, el mundo entero espera, y muchos esperan la muerte.



El comienzo del diario de Ana Frank, habla de su vida normal, detalles de cómo era el colegio y su relación con amigos y amigas, comentarios típicos de una niña de 13 años. Luego, en el periodo en que recién se habían instalado en la casa de atrás, habla de su adaptación al escondite y a sus compañeros. Al principio le cuesta mucho la convivencia, lo pasa muy mal, ya que todos la toman como una ¨niña estúpida y parlanchina¨, ya que era la menor del lugar. Ella cuenta como solamente confiaba en su padre, le contaba todos sus problemas ya que se sentía más cómoda con el que con su madre. Para ella su padre era un buen ejemplo de hombre, en cambio su madre le parecía el peor ejemplo de mujer y de madre, porque creía que ella no aguantaría vivir su vida como su madre, que solo se ocupaba de las cuestiones de la casa. Ana quería llegar a ser algo más en la vida.

Ella va contando su experiencia día a día. La mayoría de las jornadas le resulta excesivamente fastidiosa, en aquel escondite no encuentra nada que hacer, pero algunos otros días, según relata, se los pasaba llorando en su habitación ya que el encierro hace decaer su estado anímico. El mal humor, también era algo bastante normal en el escondite, el estado en el que vivían, hastiaba a la mayoría de las personas. Por esta razón, los ocho judíos allí ocultos, no entablaron una relación de amistad, simplemente coexistían en el mismo espacio y procuraban hacer una vida lo más normal posible.

Después de un año en la Casa de atrás, Ana se hizo ciertamente amiga de Peter el hijo de la familia Van Pels. Detalla en su diario un cierto enamoramiento entre los dos jóvenes, cuenta como la mayoría de las noches se las pasaban en la habitación de él, mirando por la ventana las estrellas y la luna. Esos fueron los momentos más felices que Ana describió durante su estadía en el escondite.

También aparece entre los relatos del diario, un robo ocurrido en las oficinas, que provocó en los habitantes del anexo un intenso miedo. Existia en sus mentes el horroroso pensamiento de que la Gestapo, los podia encontrar y los ruidos de los ladrones en las oficinas, provocaron en los refugiados la sensación de que los habían encontrado. Se dieron cuenta de que se trataba de ladrones cuando al verlos a ellos, los ladrones salieron corriendo. Los delincuentes se habrían imaginado que se trataba de guardias de seguridad del lugar. Finalmente fueron encontrados por los nazis el 4 de agosto de 1944.

Después de permanecer durante un tiempo en los campos de concentración de Westerbork y Auschwitz, Ana y su hermana mayor, Margot, fueron deportadas a Bergen-Belsen, donde ambas murieron durante una epidemia de tifus a causa de las malas condiciones de higiene en que se encontraban, entre finales de febrero y mediados de marzo de 1945.

Su padre, Otto Frank, fue el único de los ocho judíos escondidos en aquel anexo de oficinas que sobrevivió a los campos de concentración. Cuando regresó a Amsterdam, una de las personas que les había ayudado durante su estancia en el escondite, le entregó el diario que su hija había escrito mientras estuvieron allí.

En el año 1947, Otto Frank recordó que Ana siempre le estaba diciendo que cuando saliese iba a publicar su diario, y decidió publicarlo, para que todo el mundo se diese cuenta a través del testimonio de una niña como fue el horror de la época Nazi, desde entonces, se ha convertido en uno de los libros más leídos en todo el mundo.

Tras el fallecimiento de Otto Frank en 1980, trasladó los escritos al instituto Holandés para la Documentación de la guerra. En el año 1998 se volvió a editar el libro con la incorporación de cinco páginas más, que hasta entonces no eran conocidas

Este diario representa, sin lugar a dudas un importante documento histórico para recordar la barbarie de la doctrina nazi. La publicación de El diario de Ana Frank impactó en la opinión publica y hasta fue adaptado al teatro en 1956 por Frances Goodrich y al cine en 1959 por George Stevens

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